Cuando Ben, un veterano condecorado, quiso entrar en el avión, ocurrió algo inesperado. Se dio cuenta de que había perdido su billete y el personal del avión se negó a dejarle embarcar. Ben no podía creer lo que estaba ocurriendo. Hacía unos minutos que les había enseñado su billete, pero aun así, se negaban a dejarle subir.
Pero por suerte, Ben conocía una forma diferente de entrar.. Sólo tenía que hacer una llamada telefónica...
Ben miró confuso al agente de embarque. ¿Esto estaba ocurriendo de verdad? Al principio pensó que había oído mal a la mujer, pero pronto se repitió y Ben pudo oír claramente lo que le decía el agente de embarque. "Señor, voy a tener que pedirle que se marche".